Hay que vivir entre dos mundos: el mundo fenoménico de los cincos sentidos, representado por el cuerpo y las necesidades físicas, y el mundo mayor de los planos no físicos, representados por el alma y el espíritu.
“
… La
sabiduría se alcanza con mucha lentitud. Eso se debe a que el
conocimiento intelectual, fácilmente adquirido, debe convertirse en
conocimiento 'emocional' o subconsciente. Una vez transformado, la
huella es permanente. … Sin acción el concepto se marchita y
desvanece. El conocimiento teórico sin aplicación práctica no es
suficiente.
Hoy
en día se descuidan el equilibrio y la armonía, sin embargo, son
las bases de la sabiduría. Todo se hace en exceso. La gente se
excede en el peso porque come demasiado…. La gente parce
excesivamente mezquina... Se bebe demasiado, se fuma demasiado, se
está demasiado de juerga, se conversa demasiado sin satisfacción,
se tienen demasiadas preocupaciones.….
En
la naturaleza hay equilibrio. Los animales destruyen en pequeñas
cantidades. Lo sistemas ecológicos nunca son eliminados en masa. Las
plantas consumidas vuelven a crecer. Las fuentes de sustento proveen
y vuelven a reponerse. Se disfruta de la flor, se come la fruta, se
preserva la raíz.
La
humanidad no ha aprendido el equilibrio; mucho menos lo ha
practicado. Se guía por la codicia y la ambición; se conduce por el
miedo. De este modo acabará por aniquilarse. Pero la naturaleza
sobrevivirá, al menos las plantas….
En
verdad, la felicidad arraiga en la sencillez….. El exceso nubla los
valores básicos. Los religiosos nos dicen que la felicidad se logra
llenando el corazón de amor, fe y esperanza, practicando la caridad
y brindando bondad. En verdad tienen razón. Si se dan estas
actitudes mencionadas habitualmente vienen el equilibrio y la
armonía. Juntas son un estado del ser. Son un estado alterado de
conciencia. Es como si la humanidad no permaneciera en su estado
natural mientras vive en la Tierra. La humanidad tiene que
llegar a un estado alterado a fin de llenarse de amor, caridad y
sencillez, para sentir pureza, para deshacerse de sus temores
crónicos.
Si una parte del ser humano es eterna ¿Por qué nos tratamos tan mal? ¿porqué pasamos por encima del prójimo en provecho personal? Al parecer, todos vamos hacia el mismo sitio, aunque a diferente velocidad. Nadie es más grande que los demás.
Imagina
que dentro de cada
persona se pudiera encontrar un ¨gran diamante¨. Imaginemos un
diamante de un palmo de longitud. Ese diamante tiene mil facetas,
pero todas están cubiertas de polvo y brea. La misión de cada alma
es limpiar cada una de esas facetas hasta que la superficie esté
brillante y pueda reflejar un arco iris de colores. Ahora bien,
algunos han limpiado muchas facetas y relucen con intensidad. Otros
sólo han logrado limpiar unas pocas, que no brillan tanto. Sin
embargo, por debajo del polvo, cada persona posee en su pecho un
luminoso diamante, con mil facetas refulgentes. El diamante es
perfecto, sin un defecto, La unida diferencia entre las diferentes
personas es el numero de facetas que han limpiado. Pero cada diamante
es el mismo y cada uno es perfecto.
(Muchas vidas, Muchos Maestros - Brian Weiss)
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